¿Carrera armamentista sudamericana?

viernes, 14 de agosto de 2009


"No buscamos una carrera armamentista".

La frase se repite hasta la saciedad cada vez que un país sudamericano se refuerza militarmente. Pero, ¿es cierto? ¿la hay?

Cuando alguien se rearma genera celos en el vecino. Y esto adquiere un sabor especial en Sudamérica donde varios países mantienen conflictos históricos, luchan por el liderazgo, tienen líderes en las antípodas ideológicas y una carga de mutua desconfianza.

Las siete bases militares que Colombia permitirá usar al Ejército de Estados Unidos en el marco de un nuevo acuerdo entre ambos países ha sido el disparador de una nueva polémica sobre si la región está poniendo la mira con demasiada asiduidad en el rearme militar. Se espera que el tema sea tratado en la reunión de Unión de Naciones del Sur, Unasur, que empieza este lunes en Ecuador.

El convenio militar entre Colombia y EE.UU. despertó la desconfianza en varios países de la región y obligó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, a salir de gira para explicar los alcances del acuerdo.

La reacción de su par venezolano, Hugo Chávez, no se hizo esperar. Además, de un nuevo rifirrafe diplomático y comercial, el mandatario anunció un nuevo pacto de rearme con Rusia.

Y el ex presidente cubano, Fidel Castro, salió a defender el derecho de Venezuela a rearmarse para hacerle frente al emplazamiento de las bases.

En una región sin perspectivas de una conflicto armado serio, ¿tiene sentido que Chile tenga cientos de tanques de guerra? ¿o que Venezuela compre 100.000 fusiles Kaláshnikov AK47? ¿y que Brasil planee la construcción de un submarino nuclear? ¿No es acaso una región pacífica?

Cada vez más armados

Gasto militar en % del producto interior bruto

Soldado colombiano
  • Argentina: 0,8%
  • Bolivia: 1,7%
  • Brasil: 1,5%
  • Chile: 3,4%
  • Colombia: 4%
  • Ecuador: 2,9%
  • Paraguay: 0,8%
  • Perú: 1,2%
  • Uruguay: 1,3%
  • Venezuela: 1,3%

Datos de 2007
Fuente: Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo

En los últimos años el gasto militar en Sudamérica aumentó considerablemente.

Para el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar fue de US$ 34.000 millones el año pasado, lo que representa un aumento del 50% en los últimos diez años.

En tanto, de acuerdo al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por su sigla en inglés) con sede en Londres el gasto se incrementó un 91% entre 2003 y 2008, si se toma en cuenta a toda América Latina y el Caribe.

Pasó de US$ 24.700 millones a US$ 47.200 millones, de acuerdo al informe Balance Militar 2009 del IISS.

En una región donde alrededor de un tercio de la población es pobre, esas cifras generan, por lo menos, preguntas.

Carrera hacia dónde

Carina Solmirano, investigadora de América Latina para el Programa de Gasto Militar del SIPRI, es contundente: "No hay una carrera armamentista".

Sin embargo, Robert Munks, editor para las Américas de la revista británica especializada en temas de Defensa Jane's Intelligence Weekly, le aseguró a BBC NEWS que "hay dos situaciones donde podemos considerar que hay una posible carrera armamentista: entre Chile y Perú y entre Colombia y Venezuela".

Ambos expertos coinciden en el hecho de que el gasto militar en la región es bajo con respecto a lo que sucede en otras partes del mundo.

No hay una carrera armamentista en Sudamérica

Carina Solmirano, investigadora de América Latina para el Programa de Gasto Militar del SIPRI

Solmirano aclara que cuando se mide el gasto militar se habla de "adquisición de armas, y se incluye gasto de personal, mantenimiento, investigación y desarrollo militar, construcción, ayuda militar", indicó a BBC NEWS.

La analista explicó que "muchas de las compras, en realidad, son para reemplazar equipos obsoletos". Y mencionó que otras de las razones del incremento del gasto "es que subieron el precio de los commodities (materias primas)y entonces hay más dinero para gastar".

Por su parte, para John Chipman, director del IISS, hay tres razones para el rearme sudamericano, según dijo al diario chileno El Mercurio.

"Los buenos resultados económicos que han llevado a los gobiernos a ajustar su inversión; la necesidad de modernizar sus Fuerzas Armadas de parte de países cuyos gobiernos civiles no vieron razones o no tuvieron la voluntad de hacerlo en los últimos 20 años, y también la tensión, especialmente en el norte sudamericano, pues los grandes países de la región, como Brasil, no quieren que sus fuerzas queden desmedradas".

Armas, ¿para qué?

Submarino nuclear francés

Brasil tendrá el primer submarino nuclear de la región gracias al traspaso de tecnología francesa.

¿Qué sentido tiene que las naciones sudamericanas se armen? ¿Para qué se usan las Fuerzas Armadas en cada país? ¿Cuáles son las amenazas?

"Casi todos los países de la región tienen poca justificación para seguir aumentando su gasto militar", indicó Munks.

Entre las razones, el experto señaló que las amenazas para la región son la "insurgencia" en Perú de Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional y los paramilitares en Colombia.

En el caso venezolano, Munks explicó que "la doctrina militar bajo el gobierno de Chávez se basa en una posible invasión de Estados Unidos o de Colombia para justificar sus compras de armas".

"Sería cauta con el tema de pensar que Venezuela está en una carrera armamentista. En término de números, Chile compra mucho más que Venezuela", aseguró, por su parte, Solmirano.

Es que aunque a veces da la sensación de que Hugo Chávez va a comprar armas a Rusia como quien va al supermercado, en realidad es Brasil el país sudamericano que más gasta en Defensa.

Es el 12° país en el mundo con mayor gasto militar, de acuerdo a los datos del SIPRI. El año pasado desembolsó US$ 23.000 millones, lo que representa el 1,5% del Producto Interior Bruto.

Entre 1999 y 2008 el presupuesto militar aumentó un 29,9%. Si se toman en cuenta los años de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, el incremento fue del 50%.

Brasil es el 12° país en el mundo con mayor gasto militar, de acuerdo a los datos del SIPRI. El año pasado desembolsó US$ 23.000 millones, lo que representa el 1,5% del Producto Interior Bruto. Entre 1999 y 2008 el presupuesto militar aumentó un 29,9%. Si se toman en cuenta los años de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, el incremento fue del 50%.

El rearme brasileño tiene varias motivaciones. Entre ellas, Solmarino incluyó la "cuestión geopolítica, quiere asentarse en la región como líder natural, y la proyección global, hace años que pelea un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

También mencionó la defensa territorial de la Amazonia y la presencia de las FARC en la frontera. De hecho, la última adquisición de los militares brasileños es una serie de ocho aviones no tripulados, comprados a Israel, con el fin de vigilar las fronteras. Cada uno a un costo de US$4 millones.

Además de que "los nuevos descubrimientos de yacimientos petrolíferos hacen que repiense su sistema de defensa marítima". Para ello, Brasil será el primer país de la región en contar con un submarino nuclear.

El caso chileno

Los expertos consultados por BBC NEWS destacan la situación militar de Chile.

Munks aseguró que "tiene las Fuerzas Armadas más avanzadas de América Latina", y destacó la existencia de cazabombaderos holandeses y fragatas británicas, por ejemplo.

"Se puede decir que muchas de las armas en Sudamérica son de segunda mano. Pocos países tienen armamento tecnológicamente avanzado", subrayó.

En tanto, Solmarino explicó que la existencia de una ley por la que un porcentaje de la venta del cobre chileno se destina a las Fuerzas Armadas, permite a Chile darse "el lujo, que preocupa a los países vecinos, de comprar aviones de guerra".

Chile tiene las Fuerzas Armadas más avanzadas de América Latina

Robert Munks, Jane's Intelligence Weekly

La rivalidad histórica entre Chile y Perú juega su rol. Días atrás el canciller peruano, José Antonio García Belaunde, aseguró que Chile estaba incitando una "carrera armamentista". Y del lado chileno se le respondió que se trataba de una modernización.

Pero Perú también compra. Con el objetivo de que el país tenga "una moderna capacidad disuasiva", el presidente Alan García busca rearmar al Ejército.

A fines de julio anunció que se está cerca de culminar una inversión cercana a los US$700 millones para el llamado Núcleo Básico de Defensa.

García indicó que ello significaba, entre otras cosas, la "puesta a punto" de los aviones de la Fuerza Aérea y el recambio de torpedos y misiles de la Marina, según el diario El Comercio.

Desde Rusia...

Uno de los grandes proveedores de equipamiento militar en la región parece ser Rusia. Y Venezuela, su gran comprador.

Entre 2005 y 2008, Caracas le ha comprado a Moscú unos US$4.400 millones en armamento. Esto incluye 100.000 fusiles de asalto Kaláshnikov AK-47 y 24 aviones Sukhoi SU, entre otras cosas.

Nave rusa llegando a Venezuela

Rusia realizó maniobras militares en la costa venezolana.

Si se incluyen las compras a Bielorrusia, China y España, Venezuela ha gastado casi US$ 7.000 millones en los últimos tres años.

Y Chávez ya anunció la semana pasada un nuevo convenio de rearme con Rusia.

"Será un conjunto de acuerdos, no sólo de armas, pero será un acuerdo importante de armamento para incrementar nuestra capacidad operativa, la de nuestros sistemas defensivos, de nuestra defensa antiaérea, etcétera...", aseguró.

Además, navíos rusos realizaron maniobras militares conjuntas en las costas de Venezuela a fines de 2008.

Por otra parte, la semana pasada Rusia y Bolivia dieron a conocer un convenio que permitirá al gobierno de Evo Morales comprar armas rusas y equipamiento para las Fuerzas Armadas por US$100 millones.

El presidente boliviano lo justificó al asegurar: "La verdad, encontré a las Fuerzas Armadas desarmadas". Y agregó que el equipamiento militar "no será para provocar guerras, sino para defenderse y evitar provocaciones".

Panorama regional

Para el IISS, en los últimos cinco años los países que más han incrementado el presupuesto de Defensa han sido Venezuela, Colombia, Brasil y Chile.

En el caso colombiano, solamente en 2008 desembolsó unos US$ 5.500 millones para sus compras militares, un 13,5% más que en 2007.

La amenaza de las FARC y la lucha contra el narcotráfico aparecen como las principales razones para el rearme de un país que, según Munks, es de los más avanzados militarmente en el continente.

Para el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, en los últimos cinco años los países de América del Sur que más han incrementado el presupuesto de Defensa han sido Venezuela, Colombia, Brasil y Chile.

En tanto, al sur del continente, Argentina y Uruguay mantienen un rol casi accesorio para sus Fuerzas Armadas.

El primero es, en proporción, una de las naciones que menos gasta para defenderse en América del Sur.

Y el segundo se destaca por ser el país de la región que más militares destina a las misiones de paz de Naciones Unidas, lo que representa el 41% del total regional, de acuerdo al Balance Militar de la Fundación Nueva Mayoría.

¿Y entonces?

Carrera armamentista o no, lo concreto es que no se trata solamente de comprar armas. De hecho, el tema militar ya tiene un órgano político de coordinación regional.

En marzo de este año los ministros de Defensa de los doce países que forman América del Sur lanzaron el Consejo de Defensa Sudamericano.

Entre sus objetivos se encuentran planificar ejercicios conjuntos, fomentar la capacitación militar de la región y apoyar iniciativas humanitarias como la asistencia a víctimas de desastres naturales.

Básicamente busca fomentar la cooperación y el diálogo entre las fuerzas armadas de la región, algo útil en América del Sur, donde si bien el riesgo de un conflicto es bajo, parecería que cada vez hay más y mejores armas.

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